LA RULETA RUSA CON MEDICAMENTOS PSICOTRÓPICOS
Aunque pueden haber muchas explicaciones para los actos de violencia sin sentido, continúan sin cesar. Un nuevo informe publicado por CCHR Internacional pone luz sobre un denominador común en muchos tiroteos en masa: los medicamentos psicotrópicos.
Con millones de personas tomando estos medicamentos, no todo el mundo experimentará reacciones violentas. Pero lo que las advertencias de la agencia reguladora de medicamentos confirman es que un porcentaje de la población las tendrá. Mientras que el informe de documentos de CCHR de casi 410 advertencias en medicamentos psiquiátricos, 27 advirtiendo de la violencia, manía, psicosis, hostilidad, agresividad o pensamientos homicidas y 49 de autolesión o suicidio/idea suicida.
Un destacado psicofarmacólogo señaló que cerca del cinco por ciento de los que toman antidepresivos en los ensayos clínicos abandonan debido al aumento de agitación mental o física. Si el cinco por ciento de los 41 millones de estadounidenses tomando antidepresivos experimentaran un aumento en agitación mental o física, eso es igual a 2.05 millones de personas solo en EE. UU. ¿Cuántos podrían ponerse tan perturbados que se vuelvan violentos?
Tal vez no sea coincidencia que los actos de violencia y suicidio sigan aumentando al mismo ritmo con el aumento en la prescripción de medicamentos psicotrópicos. Es jugar a la ruleta rusa con las vidas de la gente.
La imposición de la ley no es necesaria para investigar o informar sobre los medicamentos prescritos, vinculados a violencia, y los medios de comunicación rara vez se plantean la pregunta. De los que cuentan con datos médicos disponibles: durante tres décadas han habido 65 actos notorios de violencia sin sentido, confirmados como cometidos por individuos que tomaban o se retiraban de los medicamentos psiquiátricos, resultando en 357 muertos y otros 336 heridos. Esto incluyó al menos 36 tiroteos escolares o actos de violencia relacionados con escuelas.
El cabecilla de la matanza de Columbine, Eric Harris, estaba tomando el antidepresivo Luvox cuando él y un amigo asesinaron a 13 personas. Nikolas Cruz, que asesinó a 17 personas en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, recibió tratamiento en Henderson Behavioral Health y un informe final del 2016 indicaba que Cruz tomaba su medicación con regularidad. Stephen Paddock que asesinó a disparos a 58 personas en el festival de música country de Las Vegas el 1 de octubre de 2017, tomaba Valium sedativo-hipnótico.
Los intereses creados continúan defendiendo el uso de estos medicamentos, mientras la industria psiquiátrica farmacéutica amasa 35 000 millones de dólares en promedio cada año, solo en EE. UU. Los medicamentos antipsicóticos por sí solos dejan a la industria farmacéutica global por lo menos de 14 600 millones de dólares netos anualmente. ¿Es posible que estos intereses creados estén impidiendo una investigación exhaustiva de este enlace, a pesar de los llamamientos desde la masacre en la Escuela Secundaria Columbine en 1999?
Tal vez no sea coincidencia que los actos de violencia y suicidio sigan aumentando al mismo ritmo con el aumento en la prescripción de medicamentos psicotrópicos.
En su artículo de 1999, “Armas y dosis”, la exempleada del Congreso y periodista galardonada, Kelly Patricia O’Meara declaró: “Aunque la lista de los niños en edad escolar que han tenido ataques violentos está creciendo a un ritmo inquietante, unos pocos en la comunidad del campo de la salud mental han estado dispuestos a hablar acerca de la posibilidad de que los medicamentos fuertemente recetados y la violencia pueden estar relacionados”. Tales medicamentos fueron el denominador común entre los casos de los tiroteos que mencionó.
En respuesta, el Representante del Estado de Colorado Penn Pfiffner presidió una audiencia para abordar la conexión entre el comportamiento violento y los medicamentos psicotrópicos. “Existe suficiente coincidencia y suficientes opiniones profesionales de científicos legítimos para que nosotros llevemos a instancias superiores este problema y se haga una indagación más profunda”.
AYÚDANOS A TERMINAR CON EL ABUSO PSIQUIÁTRICO
Como organización no lucrativa para la vigilancia de la salud mental, CCHR depende de afiliaciones y donaciones para llevar a cabo su misión de erradicar las violaciones psiquiátricas de los derechos humanos y limpiar el campo de la salud mental. Para hacerte parte del movimiento más grande del planeta para reformar la salud mental, únete al grupo que ha ayudado a promulgar más de 180 leyes que protegen a los ciudadanos de las prácticas abusivas en el campo de la salud mental.
