UNA MIRADA A LAS CINCO DÉCADAS DE GANANCIAS
Después de su fundación en 1969, el primer caso de abuso que CCHR llevó fue el del refugiado húngaro, Victor Gyory, que fue internado involuntariamente en el Hospital Estatal de Haverford en Pensilvania después de que los psiquiatras diagnosticaron su “balbuceo en lenguas” como “esquizofrenia”. Fue drogado y se le dio electrochoques contra su voluntad. CCHR presentó un recurso de hábeas corpus, el Dr. Szasz testificó que el “balbuceo” de Gyory era que hablaba húngaro y CCHR consiguió que se sacara a Gyory del hospital.
En el apartheid de Sudáfrica de la década de 1970, CCHR expuso a los psiquiatras que encarcelaron a 10 000 negros, usándolos como esclavos, mientras les daban electrochoques sin anestesia. CCHR informó a la Organización Mundial de la Salud, que investigó los campos y publicó un informe en 1983 declarando que “en ningún otro campo médico [...] se presenta con mayor precisión el desprecio de la persona cultivada por el racismo que en la psiquiatría”.
Tras la caída del apartheid, CCHR obtuvo una investigación nacional sobre el racismo psiquiátrico y presentó testimonio a la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Sudáfrica con una historia de estudios de la salud mental que había ayudado a afianzar y perpetuar el apartheid y el papel de la psiquiatría en el abuso del apartheid.
Durante una década, CCHR investigó y expuso el Tratamiento del Sueño Profundo en el hospital Privado de Chelmsford en Sidney, Australia. A los pacientes se les dejaba inconscientes con drogas y les daban electrochoques a diario, 48 murieron. El resultado fue una prohibición en el procedimiento y un proceso penal para los psiquiatras que habían usado el tratamiento del sueño profundo.
Después de que CCHR denunció las condiciones inhumanas en psiquiátricos italianos, se cerraron 97 y los pacientes fueron rescatados.
En 1991, CCHR ayudó a hacer audiencias de la FDA en antidepresivos y su participación en reacciones suicidas y homicidas en los consumidores. La FDA emitió estrictas advertencias de riesgo de que estas drogas pueden causar pensamientos y acciones suicidas en personas de 24 años y más jóvenes.
En 2004, CCHR estaba entre los que obtuvieron la ley de Prohibición de Seguridad de Medicación Infantil que prohibía a las escuelas obligar a los niños a tomar fármacos psicotrópicos como requisito para su educación.
En Alemania, CCHR investigó y expuso el papel de los psiquiatras en la eutanasia y el Holocausto. En el 2010, el Dr. Frank Schneider, Presidente de la Asociación Alemana para la Psiquiatría, Psicoterapia y Psicosomáticos, escribió una disculpa y confesó que los psiquiatras alemanes “mintieron y engañaron a los pacientes bajo su cuidado y a sus familias. Les obligaron a esterilizarse, organizaron sus muertes e incluso les llevaron a asesinarse entre ellos. También asesinaron y discapacitaron mentalmente a niños en más de 30 hospitales psiquiátricos y pediátricos”.
“En ningún otro campo médico [...] se presenta con mayor precisión el desprecio de la persona cultivada por el racismo que en la psiquiatría”.
En 2018, después de que CCHR trabajara durante años con las Naciones Unidas en un esfuerzo para prohibir el uso de la coacción psiquiátrica, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas emitió una resolución que incluyó que las “políticas que permiten el uso de la coacción y que obligan a las intervenciones […] son revocadas” y que “los estados deben replantear y reconocer que estas prácticas constituyen tortura”.
Durante los últimos 30 años, CCHR ha investigado el fraude psiquiátrico, cosas como facturar abuso sexual a los pacientes como “terapia”. CCHR ha ayudado a asegurar 28 leyes que hacen que el abuso sexual de profesionales de la salud mental a sus pacientes sea un delito sujeto a la sanción de encarcelamiento.
Cerca de 200 leyes y un sinnúmero de regulaciones para proteger los derechos humanos en el campo de la salud mental en testimonio a la pasión y perseverancia de los miembros, asociados y seguidores de CCHR.
PONLE FIN AL ABUSO
Como organización no lucrativa para la vigilancia de la salud mental, CCHR depende de afiliaciones y donaciones para llevar a cabo su misión de erradicar las violaciones psiquiátricas de los derechos humanos y limpiar el campo de la salud mental. Para convertirte en parte del mayor movimiento del planeta para el cambio de la salud mental, únete al grupo que ha ayudado a promulgar más de 180 leyes que protegen a los ciudadanos de las prácticas psiquiátricas abusivas.