En un estudio, los pacientes mayores que recibieron TEC fueron comparados con los que no la recibieron. Un año más tarde, más del 25 % de un grupo que recibió TEC había muerto en comparación con un índice de supervivencia del 96 % de los adultos mayores que no recibieron TEC.

Por desgracia, casi nadie sabe lo que le pasa a los pacientes de la TEC una vez que se van del hospital.

A pesar de esta falta de documentación, la Asociación Americana de Psiquiatría normalmente lanza la cifra de que la TEC mata solo a uno de cada 10 000 pacientes. Sin embargo, esa cifra es solo una suposición hecha por Richard Abrams, psiquiatra y dueño de la compañía fabricante de máquinas de TEC, Somatics.

En Texas, uno de cada 350 pacientes murió en un lapso de dos semanas después de recibir electrochoque. Ya que en Texas no se hace seguimiento a los pacientes más allá de dos semanas, el número podría ser mucho más alto.