NUNCA SE VEÍA VENIR

Si sabes lo que hay que buscar, encontrarás campañas de marketing de fármacos prácticamente en todas partes.

Muchas de ellas vienen de grupos pantalla financiados por la industria y dirigidos por psiquiatras, pero con la apariencia de grupos compasivos de apoyo al paciente.

De todos estos programas, uno de los que más éxito tiene y suena más benévolo es la campaña de acciones de clasificación de salud mental; este usa cuestionarios psiquiátricos amplios de acciones de clasificación para diagnosticar situaciones normales de la vida como la tristeza, el nerviosismo y la soledad ocasional.

Bajo el disfraz de “prevención del suicidio”, los programas tales como TeenScreen tienen a los adolescentes como objetivo. Pero las estadísticas muestran que no hay una epidemia de suicidios en los adolescentes. En lugar de eso, en la última década, el índice de suicidio en los adolescentes se ha reducido en un 25%.

Más exactamente, era más probable que los participantes consideraran el suicidio como una solución a un problema después del programa de acciones de clasificación que antes del programa.

Hasta ahora, las campañas de acciones de clasificación se han limitado a los que querían participar.

¿Pero qué pasaría si las acciones de clasificación ya no fueran voluntarias?